UN MAKETO Y UN MAKETÓFILO

"Después de remitir a los suscriptores de Bilbao nuestro Bizkaitarra, solemos destinar próximamente un millar de ejemplares de cada número para repartirlos entre todos los pueblos de Bizkaya.
Nosotros no regalamos estos ejemplares para luego presentar a las narices el recibo de suscripción, como acostumbran otros periódicos; sino que los repartimos con el objeto exclusivo de hacer propaganda. El que desea suscribirse, nos da su nombre; el que no, nada tiene que hacer.
Pues bien, ¿quién les parece a ustedes que es el único de toda Bizkaya que ha devuelto el periódico?
Un grandísimo maketo establecido en Mundaka.
Agarrado a la cola del cometa de la guerra civil, que tan calamitoso ha sido para nosotros, dejóse caer en la bella Anteiglesia de Mundaka, donde le tienen ustedes de Secretario del Excmo. Ayuntamiento desde hace la friolera de catorce o dieciséis años.
Es también boticario y no sabemos si alguna cosa más.
Y es el mismo que instó cierto día del verano pasado al Alcalde para que prohibiese a la música tocar el Gernika en la plaza; medida que se realizó con inminente peligro, en verdad, de ocasionar un conflicto, en que probablemetne hubiese parado el maketo (¡líbrele Dios!) en hacer una visita a los karramarros del puerto.
Su gracia es don Natalio Sanz y Lorente, para lo que ustedes se dignen disponer; y es natural de Cabeza de Buey, pueblo tan bonito como su nombre y situado en el riñón de España.
Y, a pesar de ser compadre del mismísimo escudero de don Quijote y de haber ejercido el cargo de Secretario durante catorce años, vean ustedes qué tal conoce la ortografía del idioma maketo.
Se debuelve a su procedencia. Así, con b de burro, y no una sola vez sino dos: la vez que dirigimos el periódico al Secretario del Ayuntamiento de Mundaka, y la que lo enviamos a don Natalio Sanz y Lorente, a fin de que se refocilase un rato con su lectura.
Por supuesto que, con el mismo objeto, le seguiremos mandando todos los números. Pero suponemos también que se habrá aprovechado de nuestra lección de ortografía maketa, y no nos pondrá otra vez debuelve con b de bestia.
Tal es el maketo.
Ahora, veamos quién es el maketófilo.
Pues, un bizkainito muy juicioso que nos juzga faltos de juicio.
Que en La República no escribe solo sino acompañado de varios maketos.
Que se dice Riomar, y es en efecto un río de insulseces y una mar de vaciedades.
Que está conforme con don Mariano De Cavia y Du Lac en lo que de nosotros dice,

Y confirma aquel principio
De un conocido escritor:
Si el sabio no aprueba, malo;
Si el necio aplaude, peor
.

Y que, sin embargo, de ser tan maketófilo, no sabe que la palabra vizcaíno, escrita así a lo maketo, debe llevar un enorme acento en la segunda i. Y que, no obstante ser tan amigo de lo maketo, escribe expléndida con x.
¡BadaaaXo!”

[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 24-5-1894]

¡QUÉ CARIDAD!

"Ha llegado a nuestros oídos la noticia de que en esta villa ha muerto por indigencia el cabeza de una familia euskeriana.
Esto es horrible; pero lo es aún más, si se considera que hay un gran número de familias maketas acogidas por las Conferencias de San Vicente de Paúl.
Se impone fundar una Sociedad de San Vicente que socorra exclusivamente a familias de nuestra familia euskeriana. Es triste que por socorrer a personas extrañas, desamparemos a nuestros hermanos hasta dejarlos morir de hambre.
Todo el mundo sabe que los maketos no sienten la menor repugnancia en llamar a la puerta para pedir limosna y exagerar sus necesidades, resultando que, de atenderlos, sólo se consigue muchas veces fomentar la vagancia y los vicios. Los euskerianos, por el contrario, tienen ordinariamente bastante dignidad para encubrir sus necesidades y no mendigar, llevándola a veces hasta la exageración de dejarse morir de hambre por no pedir; es preciso buscarlos.
Además, el objeto principal de San Vicente de Paúl, al fundar sus Conferencias, fue la caridad moral, y no es muy puesto en razón el lanzarse a catequizar al malo, abandonando al bueno. Decimos esto porque nuestros paisanos son por lo común religiosos, por su carácter natural y su educación, y los de fuera carecen en su mayoría de estas cualidades y son mendigos de profesión; y es preciso conservar y perfeccionar la instrucción de los primeros, para que la traduzcan en los actos de su vida y sean honrados, mientras que es poco menos que imposible el traer a buen camino a los segundos.
Ya hemos indicado, por otra parte, que el favorecer la irrupción de los maketos es fomentar la inmoralidad en nuestro país; porque si es cierto que las costumbres de nuestro Pueblo han degenerado notablemente en esta época, débese sin duda alguna a la espantosa invasión de los maketos, que traen consigo la blasfemia y la inmoralidad.
Estas son las razones que tienen muchas personas de Bilbao, tanto del uno como del otro sexo, para no pertenecer a las Conferencias de San Vicente, tal como hoy se hallan constituidas. Tenemos, pues, la completa seguridad de que hay muchísimas que, en caso de fundarse una Sociedad de la naturaleza que hemos señalado, ingresarían gustosísimas en ella.
La Sociedad había de tener su centro en Bilbao, como villa la más populosa, pero extendiendo sus ramificaciones por toda Bizkaya, a fin de llevar a todas las familias indigentes de esta antigua república, con el socorro material, el más necesario del espíritu.
Es por demás curioso que una Sociedad que se funde en Bizkaya deba depender del Centro establecido en Madrid. ¿No es acaso la caridad, como virtud que es, perfectamente voluntaria y libre?
Para fundar la Sociedad que proponemos no hace falta redactar ningunos Estatutos. Ya San Vicente de Paul nos los dio hechos. Solamente habrá que agregar que las familias que hablen Euskera sean visitadas, a ser posible, por socios que lo posean; pues la conservación de nuestra lengua es un gran medio para conservar también la religiosidad y la moralidad en nuestro país.
Puesto que los españoles componen las tres cuartas partes de la población de Bilbao y sus cercanías, acojan ellos a los suyos; que nosotros ya nos arreglaremos para socorrer a los nuestros.”

[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 24-5-1894]

LA INVASIÓN MAKETA

"Para que se vea el incremento que va tomando la inmigración maketa en Bizkaya, que llega al punto de poder decirse que su villa más populosa no es ya de los bizkainos, sino de los maketos, transcribimos a continuación un cuadro estadístico que palpablemente lo demuestra y que recomendamos a los bizkainos para que detenidamente lo examinen, y deduzcan de su estudio cómo nuestra raza ha llegado a ser vilmente dominada por la que es su más encarnizada enemiga, a pesar de la dignidad y altivez de que continuamente estamos alardeando.
El estado que presentamos, lo hemos entresacado de la estadística de la población de Bilbao el año pasado, y compara el número de habitantes que llevaban los cuatro apellidos euskéricos más comunes con el de los que tenían los cuatro españoles también más frecuentes.
Léanlo los bizkainos. Pero es necesario no irritarse momentáneamente como niños, ni amilanarse como mujeres. Calma y sangre fría para que nuestra inteligencia vea claramente los medios de nuestro fin; acción vigorosa y metodizada para alcanzarlo: he aquí las dos cualidades que las circunstancias actuales nos exigen en el patriótico movimiento para Bizkaya.
Es necesario no llenar la atmósfera de exclamaciones y bravatas, como hicieron los españoles antes de ir al Riff; pero también precisa no cejar en nuestra empresa ni retroceder ante las dificultades, como retrocedieron los españoles ante el moro.
Del bizkaino han dicho los mismos españoles que es corto en palabras, pero en obras largo. Veremos si somos bizkainos.
He aquí el cuadro:

Apellidos más comunes
Habitantes de Bilbao que lo llevaban en 1893

Euskéricos:
Echebarría: 716
Aguirre: 369
Arana: 349
Zabala: 290

Total 1.724

Españoles:
García: 995
Fernández: 892
Martínez: 864
González: 786

Total 3.537"

[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 31-3-1894]

LOS INVASORES

"Con este título ha visto últimamente la luz pública en un semanario de Bilbao un bien escrito artículo que se ocupa en las varias clases de maketos y en su pestífera influencia. Si en él no se tratase el asunto desde el punto de vista regional (que, sobre no ser de bizkaina pureza, no puede ser tampoco base de quejas fundadas y sólida argumentación), defecto que aunque el único que le empaña es de esencia y fundamental, me vería precisado a confesar que al cabo y al fin ha aparecido en periódico bilbaino un escrito verdaderamente patriótico. Mas como éste haya sido el primero que en cuantos periódicos han salido y salen al público en esta villa ha atacado de frente y sin viles respetos a la invasión maketa, no puedo menos de enviar a su autor la más bizkaina enhorabuena. Por otra parte, ese camino del odio al maketismo es mucho más directo y seguro que el que llevan los que se dicen amantes de los Fueros, pero no sienten rencor hacia el invasor. Si fuese moralmente posible una Bizkaya foral y euskelduna (o con Euskera), pero con raza maketa, su realización sería la cosa más odiosa del mundo, la más rastrera aberración de un pueblo, la evolución política más inicua y la falsedad más estupenda de la historia.
El artículo citado concrétase casi exclusivamente a clasificar al maketo y señalar los efectos de su inmigración; pero poco o nada ha creído conveniente su autor ocuparse en estudiar al elemento que favorece la irrupción, esto es, a los maketófilos, ni el remedio de tan serio mal. Respecto de este último punto, algo he dicho ya en el artículo anterior y queda insinuado en todos los escritos. Cuanto al primero, tan vasto es, que en esta hoja renuncio a tratarlo aun someramente. Hay maketismo o españolismo en todas las esferas de la sociedad bizkaina: le hay en las autoridades eclesiásticas y civiles; en la prensa periódica y no periódica, en las sociedades políticas y de recreo, en las asociaciones religiosas y profesionales, en las órdenes y congregaciones religiosas, en el clero, en la industria, en el comercio, en la propiedad, en el trato social, y por último en el matrimonio, que, como generador de la familia, que lo es de la sociedad, es la llave de las posiciones y el elemento más trascendental.
Para tratar con la debida extensión la cuestión maketológica, preciso fuera un volumen infolio de mil páginas cuando menos. Sería un libro curioso y de indudable conveniencia, y yo lo escribiría con el mayor gusto, si no tuviese el tiempo empleado en otros trabajos de mayor necesidad y urgencia. Si de él dispone suficientemente el autor de Los invasores, encarecidamente le recomiendo este trabajo, asegurándole que en ello prestaría a Bizkaya un excelente servcio, como lo llevase a cabo dentro del criterio nacionalista, que es (no me podrá negarlo) el que está naturalmente arraigado en su espíritu.
El título de la obra podría ser éste o semejante: La invasión española en Bizkaya. Las materias que pudiera contener, las siguientes o parecidas:

Parte primera: Los maketos
Capítulo I: Naturaleza del maketo
- Caracteres físicos: tipo, destreza, fuerza, agilidad
- Caracteres morales: religiosidad, moralidad, educación, inteligencia, laboriosidad, costumbres
Capítulo II: Clasificación del maketo: aristócrata, burgués, empleado, obrero, mendigo, sacerdote, militar
Capítulo III: Estadística:
- Conquistas del maketo: autoridad, empleos, industria, comercio, propiedad, artes, beneficencia, matrimonio
- Frutos del maketo: criminalidad, irreligiosidad, inmoralidad, indigencia, enfermedades
Parte segunda: Los maketófilos

Capítulo I: Maketismo en las autoridades eclesiásticas
Capítulo II: Id. en las autoridades civiles
Capítulo III: Id. en los libros
Capítulo IV: Id. en los periódicos
Capítulo V: Id. en los partidos políticos
Capítulo VI: Id. en los círculos recreativos
Capítulo VII: Id. en las asociaciones religiosas
Capítulo VIII: Id. en las hermandades profesionales
Capítulo IX: Id. en las artes liberales
Capítulo X: Id. en el clero
Capítulo XI: Id. en las órdenes y congregaciones religiosas
Capítulo XII: Id. en la industria
Capítulo XIII: Id. en el comercio
Capítulo XIV: Id. en el trato social
Capítulo XV: Id. en la familia

Así como la estadística es esencial a la primera parte, esta segunda habría de ir acompañada de datos históricos, con los nombres de las personas y todos los pelos y señales, siendo de advertir que, cuando se sacan a luz los hechos con los nombres de sus autores, no hace falta aplicar a éstos ningún calificativo, porque el lector se encarga de juzgarlos.

Parte tercera: La reacción
Cap. I: Remedios especiales.
Aquí se señalarían los que respectivamente corresponden a las distintas clases de maketismo o maketofilia.
Cap. II: Remedio general.
Este es el capítulo en el cual se habría de fijar el lema bajo el que se deben unir todos los bizkainos para rechazar radicalmente a la invasión española.
Tal es el cuadro de las materias. No dudo que el presentado, como hecho a vuela pluma, resultará bastante imperfecto; pero bien puede dar idea de la extensión e importancia de la obra."
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 10-12-1893]

NUESTROS MOROS

“Los maketos. Esos son nuestros moros.
Con una diferencia: que los moros odian a los españoles, porque están por éstos en parte dominados; y los maketos, ellos son los que nos esclavizan; y no contentos con esto, pues nos aborrecen a muerte, no han de parar hasta extinguir nuestra raza.
Tampoco podemos decir de los maketos lo que los españoles de los moros: “hay maketos en la costa”; porque ya se han metido en nuestros hogares. Ni es lo mismo oír decir: “maketos vienen”, que verlos venir. Ni parece que “hay maketos y bizkainos”, sino que todos somos hermanos.
Lo que sí podemos es plagiar una celebérrima frase: “el maketo: ¡he ahí el enemigo!”
Y no me refiero a una clase determinada de maketos, sino a todas en general: todos los maketos, aristócratas y plebeyos, burgueses y proletarios, sabios e ignorantes, buenos y malos, todos son enemigos de nuestra Patria, más o menos francos, pero siempre encarnizados.
Y entiéndase que no los aborrecemos porque sí. Si el español se estuviese quedo en su tierra, no tendríamos por qué quererle mal.
Pero es nuestro dominador y nuestro parásito nacional: nos ha sometido y privándonos de la condición a que todo hombre y todo pueblo tiene derecho, la libertad; y nos está carcomiendo el cuerpo y aniquilando el espíritu, y aspira a nuestra muerte. ¿Cómo hemos de quererle bien?
No se crea, sin embargo, que el remedio está hoy en empuñar el fusil contra el maketo. Nada de eso. El remedio está en desterrar de nuestra mente y nuestro pecho toda idea y todo afecto españolista; en arrancarnos de los partidos españolistas que lo son todos los hoy militantes (lo diré por centésima vez), el integrista, el carlista, el euskalerriaco, el liberal, el republicano y el católico contemplativo del Inútil-Club o El Centro; en unirnos después bajo la tradicional bandera de nuestra única Patria, bajo el sagrado lema de Jaungoikoa eta Lagizarra, Dios y Tradición, Religión y Política bizkainas; y el construir mientras dure esta paz de esclavitud un solo cuerpo bizkaino, una verdadera familia, aislando por completo a los maketos en todos los órdenes de las relaciones sociales, con lo cual le sería imposible la vida al que se ha establecido en las villas del interior y las anteiglesias y punto menos que imposible al de esta desdichada zona del Nervión.
Si, llevado a cabo este procedimiento en Bizkaya por los bizkainos y los demás euskerianos en ella avecindados, siguieran el ejemplo los guipuzkoanos en Gipuzkoa, los nabarros en Navarra, y en Álaba los alabeses, y las asociaciones de estas cuatro regiones euskerianas se abrazaran estrechamente para formar una grande y compacta familia nacional... el día llegaría en que,si no se hacía de buen grado justicia internacional, Euskeria recobrase su libertad por los medios que la historia aconseja.”
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 10-12-1893]