¡QUÉ CARIDAD!

"Ha llegado a nuestros oídos la noticia de que en esta villa ha muerto por indigencia el cabeza de una familia euskeriana.
Esto es horrible; pero lo es aún más, si se considera que hay un gran número de familias maketas acogidas por las Conferencias de San Vicente de Paúl.
Se impone fundar una Sociedad de San Vicente que socorra exclusivamente a familias de nuestra familia euskeriana. Es triste que por socorrer a personas extrañas, desamparemos a nuestros hermanos hasta dejarlos morir de hambre.
Todo el mundo sabe que los maketos no sienten la menor repugnancia en llamar a la puerta para pedir limosna y exagerar sus necesidades, resultando que, de atenderlos, sólo se consigue muchas veces fomentar la vagancia y los vicios. Los euskerianos, por el contrario, tienen ordinariamente bastante dignidad para encubrir sus necesidades y no mendigar, llevándola a veces hasta la exageración de dejarse morir de hambre por no pedir; es preciso buscarlos.
Además, el objeto principal de San Vicente de Paúl, al fundar sus Conferencias, fue la caridad moral, y no es muy puesto en razón el lanzarse a catequizar al malo, abandonando al bueno. Decimos esto porque nuestros paisanos son por lo común religiosos, por su carácter natural y su educación, y los de fuera carecen en su mayoría de estas cualidades y son mendigos de profesión; y es preciso conservar y perfeccionar la instrucción de los primeros, para que la traduzcan en los actos de su vida y sean honrados, mientras que es poco menos que imposible el traer a buen camino a los segundos.
Ya hemos indicado, por otra parte, que el favorecer la irrupción de los maketos es fomentar la inmoralidad en nuestro país; porque si es cierto que las costumbres de nuestro Pueblo han degenerado notablemente en esta época, débese sin duda alguna a la espantosa invasión de los maketos, que traen consigo la blasfemia y la inmoralidad.
Estas son las razones que tienen muchas personas de Bilbao, tanto del uno como del otro sexo, para no pertenecer a las Conferencias de San Vicente, tal como hoy se hallan constituidas. Tenemos, pues, la completa seguridad de que hay muchísimas que, en caso de fundarse una Sociedad de la naturaleza que hemos señalado, ingresarían gustosísimas en ella.
La Sociedad había de tener su centro en Bilbao, como villa la más populosa, pero extendiendo sus ramificaciones por toda Bizkaya, a fin de llevar a todas las familias indigentes de esta antigua república, con el socorro material, el más necesario del espíritu.
Es por demás curioso que una Sociedad que se funde en Bizkaya deba depender del Centro establecido en Madrid. ¿No es acaso la caridad, como virtud que es, perfectamente voluntaria y libre?
Para fundar la Sociedad que proponemos no hace falta redactar ningunos Estatutos. Ya San Vicente de Paul nos los dio hechos. Solamente habrá que agregar que las familias que hablen Euskera sean visitadas, a ser posible, por socios que lo posean; pues la conservación de nuestra lengua es un gran medio para conservar también la religiosidad y la moralidad en nuestro país.
Puesto que los españoles componen las tres cuartas partes de la población de Bilbao y sus cercanías, acojan ellos a los suyos; que nosotros ya nos arreglaremos para socorrer a los nuestros.”

[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 24-5-1894]

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