EXTRANJERIZACIÓN

"Dados los frecuentes y poderosos medios de perversión de nuestras costumbres, los alicientes inmorales que incesantemente conspiran a destruir nuestro carácter y la natural flaqueza o debilidad humana, nada aparece más lógico que el actual estado de decadencia por que atraviesa el pueblo vasco sometido cada día a la influencia corruptora de una inmigración de gentes incultas, brutales y afeminadas.
Surge por doquiera un extraño, y allí mismo se levanta un apóstol de la civilización musulmana del pueblo de pan y toros, estableciendo al momento cátedra de irreligión en medio de la piedad más acendrada, predicando socialismo entre las masas de honrados y sencillos labradores e introduciendo en el pueblo, en la familia y en la conciencia misma de los individuos la semilla de la revolución social y anticristiana, cuyos últimos destellos brillan con resplandores infames cual antorchas de la barbarie, y de la esclavitud, y de la deshonra.
Es, por lo tanto, evidente de toda evidencia que la salvación de la sociedad vasca, su regeneración actual y su esperanza en lo porvenir, se cifran en el aislamiento más absoluto, en la abstracción de todo elemento extraño, en la exclusión racional y práctica de todo cuanto no lleve impreso con caracteres fijos e indelebles el sello de su procedencia netamente vasca, desechando inexorablemente todo lo exótico, todo lo inmoral, todo lo dañino.Porque es indudable que, allí donde haya roce de elementos contrarios, hay un desgaste más o menos sensible, y la experiencia nos patentiza que del contacto del pueblo vasco con el extraño se produce infaliblemente la ruina moral y material de aquél, y la entronización de éste con todas sus consecuencias."
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de El Correo Vasco, 10-8-1899]

APARICIONES DEL TÉRMINO MAKETO EN "VERDES VALLES, COLINAS ROJAS" DE RAMIRO PINILLA

VOLUMEN I: LA TIERRA CONVULSA

P. 107: Ya desde aquella madrugada el pueblo los veía amontonados alrededor de hogueras, silenciosos y sin mirar a las gentes que les miraban desde el camino-carretera mormojeando la palabra “maketos”.
P. 108: ... es decir, qué pintaban allí los setenta maketos...
P. 108: En sólo dos días, los “maketos de Ella” –como enseguida empezó a llamárseles-
P. 110: ¿Y esos maketos que se han quedado?
P. 213: “Es maketa”.
P. 213: El padre no podía saber si era maketa o no, así que estaba preguntando.
P. 213: “Es maketa”, dijo él.
P. 213: “Una maketa preñada”, dijo la madre.
P. 213: “No quiero una maketa en Altubena”, dijo el padre.
P. 213: Y mi tío Santiago dijo: “También las maketas pueden guisar como las reinas”.
P. 221: -En la tripa de esa maketa hay algo con la mitad de sangre vasca –digo.
P. 249: -Lo que te dé esa maketa no será tu hijo –dice la madre.
P. 365: Se palpó una especie de fatalismo: de nada le había valido a mi tío Roque librarse de la minera, pues siete años después caía con otra maketa...
P. 386: “Si vuestro padre hiciera lo mismo en sus minas y fábricas, si los demás dueños de industrias amaran a nuestra patria tanto como lo juran de palabra, en Euskadi no habría maketos ni esas ideas infernales y ateas que pretenden cambiarnos, es decir, destruirnos.”
P. 389: ... irrumpe el maketo y elige el bajo llano del caserío de Patxo para emplazamiento de su fábrica.
P. 389: El maketo engaña a Lartaun y se hace con la tierra deseada.
P. 390: No será el maketo el culpable de que Patxo pierda su caserío y sus tierras...
P. 401: ¡Esto no es cosa de maketos, sino también de los vascos!
P. 417: ¡Deja en paz al maketo...
P. 419: ... pues apenas pasaba el día sin verse el bulto del maketo acechando como un halcón.
P. 419: “¡Pero si el maketo sólo está a un tiro de piedra!”, exclamé.
P. 419: ... pues enseguida hubimos de retroceder por otro lado para llegar junto al maketo.
P. 420: El maketo hinchó el pecho, haciendo crujir el correaje...
P. 420: “Bisabuelos, abuelos, padres, yo, todos de Palencia”, dijo el maketo...
P. 420: “Cinco años”, dijo el maketo.
P. 420: “En estos meses estoy descubriendo lo que me resistía a creer que fuera verdad”, dijo el maketo.
P. 420: “No es la primera vez en la historia de los hombres que la familia de ella o la de él o ambas se oponen a...”, dijo el maketo...
P. 420: “¿La Galea?”, dijo el maketo.
P. 420: “No es de buen gusto hablar de violencia entre personas que van a ser parientes”, dijo el odioso maketo.
P. 420: “Ese maketo nunca se casará con nuestra hermana, ¿verdad, Martxel?”, le decía.
P. 420: ¿Recuerdas lo que tiene escrito Sabino Arana sobre los maketos?
P. 421: ¡Así dice Sabino Arana que son los maketos, tan despreciables, tan distintos e inferiores a los vascos!
P. 421: No vimos ni rastro del maketo en los días siguientes...
P. 421: ... casi simultáneamente ocurrieron la reaparición del maketo y la muerte de Sabino Arana...
P. 421: ... a los tres días de descubrir al maketo entre los árboles, perdíamos al Maestro.
P. 421: ... ya no tuve reparo en utilizar la expresión oída al maketo.
P. 421: Como la gran señal de que la Patria estaba en peligro era el regreso del maketo...
P. 423: Me encontré en el balcón del piso superior, la atalaya desde la que vigilábamos al maketo.
P. 424: El maketo tardó cuatro días en saber -¿cómo?- que Fabi no estaba en casa.
P. 424: En febrero, el maketo llamaba a nuestra casa...
P. 424: Finalmente, cerró la puerta, dejando al maketo fuera...
P. 424: “Perdone, señora”, dijo el maketo.
P. 424: “Oh, ya sé que no está aquí”, dijo el maketo.
P. 424: “Perdone, señora”, repitió el maketo...
P. 425: “Perdone, señora”, repitió el maketo...
P. 425: La espalda del maketo no dio muestras de haberla oído.
P. 425: ¿Había estado allí realmente el maketo?
P. 426: “Todo iba bien hasta que habló el maketo”, le dije.
P. 427: No pudo resistir la presencia del maketo en nuestra puerta, ni sus palabras...
P. 427: Todo ocurre porque el maketo pronunció las palabras.”
P. 440: ... aquel golpe de efecto para doblegar la resistencia de Cristina a la boda de su hija con el militar maketo.
P. 441: ... la gestión se encaminaba a la proscripción de una boda entre una vasca y un maketo.
P. 503: -¿Qué había de comprender? ¿Que a Roque la familia no le dejó casarse con una maketa?
P. 616: Me refiero a que sobre los hombros de Román Pérez de Angulema, “el Roto”, el maketo...
P. 617: Me imagino que Cristina hubo de mostrar cierta firmeza –quizá le bastara la naturalidad- para vencer la resistencia del grupo a la presencia del maketo...


VOLUMEN II: LOS CUERPOS DESNUDOS

P. 283: “Concentraos en lo que os voy a decir, hijos, no penséis en otra cosa: si alguien os preguntara..., un madrileño, un andaluz, cualquier maketo de esos que siempre andan metiéndose con nosotros...”
P. 337: ¡Al fuego, al fuego las ideas maketas!
P. 359: Getxo lo había olvidado todo: no sólo el apelativo de “el Roto”, sino el maketo de Pérez y el engolado de Angulema...
P. 502: -Ahora que te veo, sí, tenías alma de maketo –dice José Antonio.
P. 502: ¿Cómo puede reir José Antonio con un maketo?


VOLUMEN III: LAS CENIZAS DEL HIERRO

P. 52: ... él siguió empleando en sus industrias a obreros maketos y produciendo hierro en cantidades ingentes para todo el planeta Tierra y poniendo Euskadi hecha una kaka.
P. 220: -¿Te han mandado esos maketos a que nos hables de anarquismo? –preguntó agriamente Petaca.
P. 235: ... y los rojos no son como los vascos. –Maketos –dijo Joseba.


Total: 63 apariciones del término maketo en todas sus variantes a lo largo de esta extensa y excesiva trilogía. Interesa resaltar que el término maketo aparece en el texto así, tal cual, sin cursiva, ni comillas, como un término más, de uso habitual en castellano (nunca aparece en su forma maqueto).
Las apariciones de maketo, como se ve, son abrumadoramente mayoritarias en el primer volumen, por razones obvias del contenido de los tres volúmenes (en rigor lo de colinas rojas del título de la trilogía sólo debería referirse a ese primer volumen).
Las citas están tomadas de la edición de Verdes valles, colinas rojas de Barcelona, Círculo de Lectores, 2004 (vol. 1) y 2005 (vols. 2 y 3).

LOS CHINOS EN EUSKERIA

"La plaga mayor que pudo caer sobre los norteamericanos fue la despoblación de la China para extenderse por los estados yanquis. La plaga suprema que ha caído sobre nosotros ha sido la inmigración de familias y aun tribus enteras procedentes de luengas tierras. Chinos como los auténticos de coleta y tan dañosos aquí como sus congéneres lo fueron en Norteamérica, forman por regla general en lo que aquí se llama socialismo y constituyendo verdaderos cuerpos de ejército, caen sobre las minas, las fábricas, sobre las obras todas que se presentan al paso, ocupándolas.
Porque, como el chino de Oriente, el chino bermejo come y se alimenta como diz que come y se alimenta el camaleón y trabaja o hace que trabaja por jornales imposibles, risibles para aquellos que antes de trabajar comen porque después de comer trabajan.
La pasa de chinos bermejos, obreros de lo que salte, se hace cada vez más espesa: bajan con su presencia los jornales a tanto que quien ganó cinco en un tiempo debe hoy darse por feliz con tres y trabajando lo mismo, y la emigración del hambre, no de la ambición, sigue aumentando, aumentando como si nuestro pueblo estuviera destinado por Dios a ser cuna de desgraciados únicamente.
El baserritar que baja a la ciudad, a la cantera, a la mina, a la obra, baja acosado por la necesidad y busca el trabajo para vivir. Y topa con la plaga de los chinos y como éstos se alimentan sólo nominalmente porque su trabajo es nominal y nominal por tanto en desgaste, aquél habrá de conformarse con el jornal ridículo por que trabaja éste y como él habrá de comer, ya que no trabajar, nominalmente.
Y entre padecer hambre y sed y hasta persecución por parte de los chinos, el baserritar se embarca y marcha a perderse entre las multitudes del otro mundo, sin familia ya y abandonando a su patria.
De ahí que, como a los norteamericanos, la plaga mayor que pudo caer sobre nosotros fue la despoblación de innúmeras comarcas y su dispersión entre nosotros. Y como el mal es uno con el apuntado en Norteamérica, uno debe ser el remedio con el yanqui. Remedio que es en verdad práctico y nada costoso."
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de El Correo Vasco, 10-9-1899]
Este artículo, incluido en las Obras Completas de Arana Goiri y profusamente citado, no es artículo original de Sabino Arana Goiri, como nos demuestra Javier Corcuera y otros en su Historia del Nacionalismo Vasco en sus Documentos, Bilbao, Eguzki, 1991, 4 vols.

¡CARIDAD!

"Desde el primer día que empezó a sentirse el temporal o más bien la serie de temporales que han conmovido nuestra atmósfera y agitado nuestro mar, el Ayuntamiento de Bilbao, disponiendo de las cantidades recaudadas en otras épocas entre el vecindario para benéficos fines, procedió a la distribución diaria de raciones a las clases jornaleras, mientras se encontrasen sin trabajo.
El número de raciones despachadas ascendió en los primeros días a cuatro mil; fluctuando entre dos mil quinientas y tres mil en los siguientes días.
Pues bien: ni aun el cinco por ciento de los que iban a solicitar ración diariamente, eran naturales de nuestro país. No había más que verlos; que en el tipo repugnante se le distingue al primer golpe de vista al individuo de raza maketa.
Esto quiere decir, notará alguno, que hay en Bizkaia pocos pobres euskerianos y muchos maketos. Cierto es que la mayor parte de los mendigos vagabundos, de los pobres que socorren las Conferencias de San Vicente y de los asilados por la caridad bizkaina, son españoles; pero no es ésta la exacta explicación de aquel fenómeno. Lo que aquello quiere decir es que a los pobres españoles, faltos de dignidad por la naturaleza de su raza, no les salen los colores al rostro cuando se ven precisados a pedir limosna; que hay entre ellos muchos que son, por esto, mendigos de profesión; y que no pocos de los que componían aquellas legiones socorridas en los días del temporal, irían a demandar ración teniendo en casa alguna cosa con que pasar el día. Lo que quiere decir es que los pobres euskerianos prefieren pasar hambres terribles y aun a veces sobrellevar la muerte antes de decidirse a pedir; que tienen dignidad bastante para no dedicarse a la mendicidad por oficio; que, pues ellos por lo regular no han de llamar a la puerta para pedir socorros, es preciso buscarles por medio de las Conferencias para conocer su indigencia, y aun así y todo ocultan en gran parte sus necesidades, contestando que habrá otras familias más menesterosas. Lo que aquello, por último, quiere decir es que aquí se le prefiere al de fuera y son postergados nuestros hermanos en todos los órdenes y géneros de beneficencia y caridad.
...
Les tenéis miedo a los maketos (que es el colmo del tenerlo) y por eso les dais de comer. ¡Ah! Si nuestros sencillos marineros, en vez de sufrir con noble paciencia su pobreza, convinieran un día hartos ya de ser considerados como perros por vosotros sus hermanos, en atravesar los montes y caer hambrientos sobre este vuestro Bilbao..., es probable los socorriérais entonces, no con la misma caridad, sino con el mismo o mayor miedo con que hoy lo hacéis con los maketos. ¡Pero son sufridos y honrados... y no importa se mueran de hambre!
Con esa invasión maketa, gran parte de la cual ha venido a nuestro suelo por vuestro apoyo, para explotar vuestras minas y serviros en los talleres y en el comercio, estáis pervirtiendo la sociedad bizkaina, pues cometa es ése que no arrastra consigo más que inmundicia y no presagia más que calamidades: la impiedad, todo género de inmoralidad, la blasfemia, el crimen, el librepensamiento, la incredulidad, el socialismo, el anarquismo... todo ello es obra suya. Pero esto no les basta a los capitalistas bizkainos: están corrompiendo el alma del bizkaino, y les es preciso también abandonar su cuerpo a la miseria y al hambre, para sustentar al extraño.
Si no puede ser otra cosa mientras los montes de Bizkaya tengan hierro en su seno, ¡plegue a Dios se hundan en el abismo y desaparezcan sin dejar huella todas sus minas!
Fuese pobre Bizkaya y no tuviera más que campos y ganados, y seríamos entonces patriotas y felices."
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 20-1-1895]

NUESTRA VOZ

...
"Establecida estaba en Bizkaya una constitución y unas leyes nacidas en sus mismas costumbres, sancionadas libremente por ella misma y que son la admiración de historiadores y jurisconsultos; y vosotros habéis preferido aceptar una constitución y unas leyes creadas por el extranjero, por el mismo que aborrece a vuestra Patria. Libre e independientemente de poder extraño, vivía Bizkaya, gobernándose y legislándose a sí misma, como nación aparte, como estado constituido; y vosotros, cansados de ser libres, habéis acatado la dominación extraña, os habéis sometido al extranjero poder, tenéis a vuestra Patria como región de país extranjero y habéis renegado de vuestra nacionalidad para aceptar la extranjera. Vuestros usos y costumbres eran dignos de la nobleza, virtud y virilidad de vuestro pueblo: y vosotros, degenerados y corrompidos por la influencia española, o los habéis adulterado por completo, o los habéis reemplazado por los usos y costumbres de un pueblo a la vez afeminado y embrutecido. Vuestra raza, singular por sus bellas cualidades, pero más singular aún por no tener ningún punto de contacto o fraternidad ni con la raza española, ni con la francesa, que son sus vecinas, ni con raza alguna del mundo, era la que constituía a vuestra Patria Bizkaya; y vosotros, sin pizca de dignidad y sin respeto a vuestros padres, habéis mezclado vuestra sangre con la española o maketa, os habéis hermanado y confundido con la raza más vil y despreciable de Europa, y estáis procurando que esta raza envilecida sustituya a la vuestra en el territorio de vuestra Patria. Poseíais una lengua más antigua que cualquiera de las conocidas, más rica que vuestros montes, más vigorosa y altiva que vuestras costas, más bella que vuestros campos, y era la lengua de vuestros padres, la lengua de vuestra raza, la lengua de vuestra nacionaidad; y hoy vosotros, la despreciáis sin vergüenza y aceptáis en su lugar el idioma de unas gentes groseras y degradadas, el idioma del mismo opresor de vuestra Patria. Era antes vuestro carácter noble y altivo a la vez que sencillo, franco y generoso; y hoy vais haciéndoos tan viles y pusilánimes, tan miserables, falsos y ruines como vuestros mismos dominadores.
¡Bizkainos: Bizkaya perece... y vosotros la estáis matando!"
...
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 30-9-1894]

EL ESPAÑOLISMO EN BIZKAYA

"El niño que en 1371 había heredado de su madre el Señorío de Bizkaya, heredaba de su padre ocho años después el Reino de Castilla, viniendo a ser Juan III de Bizkaya y I de Castilla, y resultando así una misma persona revestida de los diversos títulos de Señor de Bizkaya y rey de España. Este hecho casual, repetido constantemente desde aquella fecha de 1379, por razón del carácter hereditario de ambos títulos, ocasionó un tan continuo roce de la nación bizkaina con la española, que produjo lo que nosotros llamamos españolismo.
Como consecuencia natural de ese roce, en efecto, nuestros padres comenzaron por pensar y sentir como los españoles, alegrábanse con los españoles cuando España alcanzaba alguna gloria, apenábanse con ellos cuando España padecía alguna desgracia, y llegaron de esta suerte a juzgar que Bizkaya era, sí, una región privilegiada y de historia y legislación separadas de las de Castilla, pero región, al cabo, de la nación española.
Desarrollándose paulatinamente este españolismo en el espíritu bizkaino, llega ya en el siglo XVIII a presentarse perfectamente marcado y definido, y a dominar y borrar por completo la idea de nacionalidad a principios del presente, que hoy afortunadamente se acerca ya a su fin.”
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 30-9-1894]

¿QUÉ SOMOS? (V)

"Por el tipo, el carácter y las costumbres, ¿es español el bizkaino?
La fisonomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español inexpresiva y adusta.
El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar (ejemplo, los quintos) o si es apuesto, es tipo femenil (ejemplo, el torero).
El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe.
El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos. Preguntádselo a cualquier contratista de obras, y sabréis que un bizkaino hace en igual tiempo tanto como tres maketos juntos.
El bizkaino es laborioso (ved labradas sus montañas hasta la cumbre); el español, perezoso y vago (contemplad sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de vegetación).
El bizkaino es emprendedor (leed la historia y miradlo hoy ocupando elevados y considerados puestos en todas partes... menos en su Patria); el español nada emprende, a nada se atreve, para nada vale (examinad el estado de sus colonias).El bizkaino no vale para servir, ha nacido para ser señor (etxejaun); el español no ha nacido más que para ser vasallo y siervo (pulsad la empleomanía dentro de España, y si vais fuera de ella le veréis ejerciendo los oficios más humildes).
El bizkaino degenera en carácter si roza con el extraño; el español necesita de cuando en cuando una invasión extranjera que le civilice.
El bizkaino es caritativo aun para sus enemigos (que lo digan los lisiados españoles que atestan las romerías del interior y mendigan de caserío en caserío); el español es avaro aun para sus hermanos (testigo Santander cuando pidió auxilio a las ciudades españolas en la consabida catástrofe).
El bizkaino es digno, a veces con exceso, y si cae en la indigencia, capaz de dejarse morir de hambre antes de pedir limosna (preguntádselo a las Conferencias de San Vicente de Paul); el español es bajo hasta el colmo, y aunque se encuentre sano, prefiere vivir a cuenta del prójimo antes que trabajar (contad, si podéis, los millares de mendigos de profesión que hay en España y sumadlos con los que anualmente nos envía a Euskeria).
Interrogad al bizkaino qué es lo que quiere, y os dirá trabajo el día laborable e iglesia y tamboril el día festivo; haced lo mismo con los españoles y os contestarán pan y toros un día y otro también, cubierto por el manto azul de su puro cielo y calentado al ardiente sol de Marruecos y España.
Ved un baile bizkaino presidido por las autoridades eclesiástica y civil, y sentiréis regocijarse el ánimo al son del txistu, la alboka o la dulzaina y al ver unidos en admirable consorcio el más sencillo candor y la más loca alegría; presenciad un baile español, y si no os causa náuseas el liviano, asqueroso y cínico abrazo de los dos sexos queda acreditada la robustez de vuestro estómago, pero decidnos luego si os ha divertido el espectáculo o más bien os ha producido hastío y tristeza.
En romerías de bizkaínos, rara vez ocurren riñas, y si acaso se inicia alguna reyerta, oiréis sonar una media docena de puñetazos, y todo concluido; asistid a una romería española, y si no veis brillar la traidora navaja y enrojecerse el suelo, seguros podéis estar de que aquel día el sol ha salido por el oeste.
El aseo del bizkaino es proverbial (recordad que, cuando en la última guerra andaban hasta por Nabarra, ninguna semana les faltaba la muda interior completa que sus madres o hermanas les llevaban recorriendo a pie la distancia); el español apenas se lava una vez en su vida y se muda una vez al año.
La familia bizkaina atiende más a la alimentación que al vestido, que aunque limpio siempre es modesto; id a España y veréis familias cuyas hijas no comen en casa más que cebolla, pimientos y tomate crudo, pero que en la calle visten sombrero, si bien su ropa interior es peor menealla.
El bizkaino que vive en las montañas, que es el verdadero bizkaino, es, por natural carácter, religioso (asistid a una misa en aldea apartada, y quedaréis edificados); el español que habita lejos de las poblaciones, que es el verdadero español, o no sabe una palabra de religión, o es fanático, o es impío (ejemplos de los primero en cualquier región española; de lo segundo entre los bandidos andaluces, que usan escapulario, y de lo tercero aquí en Bizkaya, en Sestao, donde todos los españoles, que no son pocos, son librepensadores).
Oídle hablar a un bizkaino, y escucharéis la más eufónica, moral y culta de las lenguas; oídle a un español, y si sólo le oís rebuznar, podéis estar satisfechos, pues el asno no profiere voces indecentes ni blasfemias.
El bizkaino es amante de su familia y su hogar (cuanto a lo primero, sabido es que el adulterio es muy raro en familias no inficionadas de la influencia maketa, esto es, en las familias genuinamente bizkainas; y cuando a lo segundo, si el bizkaino por su carácter emprendedor, se ausenta de su hogar, no le pasa día en que no suspire por volver a él); entre los españoles, el adulterio es frecuente así en las calses elevadas como en las humildes, y la afección al hogar es en estas últimas nula, porque no la tienen.
Por último, según la estadística, el noventa y cinco por ciento de los crímenes que se perpetran en Bizkaya se deben a mano española, y de cuatro de los cinco restantes son autores, bizkainos españolizados.
Decid, pues, ahora si el bizkaino es español por su tipo, carácter y costumbres.
Nota:- Lo que queda dicho del bizkaino, lo hemos entresacado de distintos autores extranjeros (españoles algunos de ellos); lo que decimos del español es de cosecha nuestra."
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 30-6-1895]

EL ESPAÑOL EN BIZKAYA

"Hace unos días ocurrió el suceso siguiente:
Dirigíase por la carretera de Artxanda a Bilbao, a media tarde, un anciano de la clase jornalera y bizkaino que acostumbra subir todos los días a beber del agua de un manantial que brota en aquel monte vecino, cuando de improviso le salió al encuentro un maketo intimándole le entregara cuanto en dinero u objetos de valor llevase consigo.
Resistióse el anciano bizkaino diciendo que él no podía darle lo que le costaba mucho trabajo ganar. Entonces el salteador maketo se abalanzó al pobre viejo con ánimo de derribarlo al suelo. El bizkaino, aunque viejo y enfermo, se defendió valientemente en la lucha por largo rato. Pero al cabo, el maketo, comprendiendo que a puños no le podía vencer al viejo, sacó una navaja española y, entonces éste, al verse indefenso contra aquella arma, decayó de ánimo; aprovechándose de ello el español, le asestó al viejo unas cuantas cuchilladas, consiguiendo derribarle, y allí en el suelo le acribilló el rostro con la traidora arma. Robóle el reloj y los pocos reales que llevara, y se marchó victorioso, dejándole al pobre viejo tendido y ensangrentado.

* * *
Dos o tres días después del anterior suceso, jugaban a los bolos en un chacolí de Abando bizkainos y maketos. Alguna discusión debió de ocurrir sobre la colocación de un chirlo, cuando uno de los maketos, abriendo una navaja española llamada de lengua de vaca, se lanzó de buenas a primeras contra uno de los bizkainos abriéndole el vientre con brecha tan enorme, que los intestinos saltaron al exterior y el agredido perdió la vida.
El maketo, consumada la hazaña, se dio a la fuga."

[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 16-6-1895]

MORAL ESPAÑOLA

"También en Europa hay antropófagos.
Verdad que España está unida a Europa sólo por una ocurrencia de la naturaleza.
Hace poco participaban los periódicos de Madrid que en la misma villa había sido sorprendida in fraganti una familia o sociedad de antropófagos. En el momento en que la autoridad los detenía, estaban saboreando una lengua humana albardada: era el último trozo que les quedaba del que había sido su dueño."

[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 31-3-1895]

LA PUREZA DE RAZA

...
"¿Qué es, pues, lo que respecto de la pureza de raza se contiene en el programa nacionalista?
Puede reducirse a los puntos siguientes:
1º Los extranjeros podrían establecerse en Bizkaya bajo la tutela de sus respectivos cónsules; pero no podrían naturalizarse en la misma. Respecto de los españoles, las Juntas Generales acordarían si habrían de ser expulsados, no autorizándoles en los primeros años de independencia la entrada en territorio bizkaino, a fin de borrar más fácilmente toda huella que en el carácter, en las costumbres y en el idioma hubiera dejado su dominación.
2º La ciudadanía bizkaina pertenecería por derecho natural y tradicional a las familias originarias de Bizkaya, y en general a las de raza euskeriana, por efecto de la conferederación; y, por concesión del poder (Juntas Generales) constituido por aquéllas y éstas, y con las restricciones jurídicas y territoriales que señalaran, a las familias mestizas o euskeriano-extranjeras.
He ahí la doctrina nacionalista que a muchos bizkainos extranjerizados en las ideas o en la sangre, o emparentados con familias de raza extraña, los aterra como espantoso fantasma; porque no comprenden que es una simple y fiel copia de una de las bases políticas contenidas en el Fuero y en la historia de Bizkaya, o porque no quieren acomodarse ellos a las instituciones patrias, sino que éstas se adapten y amolden a su capricho. Y es el caso que una Bizkaya cimentada sobre otras bases fundamentales que las determinadas en su Fuero e historia, simbolizadas por el Roble de Gernika y proclamadas por el partido nacionalista, no sería una Bizkaya bizkaina, sino una Bizkaya maketa.
Pues ¿qué? ¿Es acaso la tierra que pisamos lo que constituye la Patria? ¿Qué más nos da tener una Bizkaya libre aquí entre estas montañas, como tenerla en otra parte? Solamente nos importaría esto lo que a aquel que, al trasladarse de domicilio, se ve precisado a dejar la casa en que naciera y se criara; y tan poco nos importaría a nosotros aquello como a éste le importara su traslado, con tal que lo hiciese acompañado de su familia.
Por el contrario: si se diera una Bizkaya, libre sí, pero constituida por la raza española, ¿sería en verdad Bizkaya? Sólo en los mapas; y de éstos en los políticos, que no en los etnográficos o de razas; y sería Bizkaya en aquéllos solamente como estado independiente, no como estado constituido y legislado bizkainamente, pues la raza maketa no podría vivir con las leyes tradicionales de nuestra raza. De manera que no quedaría más que el nombre de Bizkaya, por causa de quedar el territorio que en otras épocas ocupaba la nación bizkaina. Verdad es que en ese caso valiera más le hundiera un terremoto a este último, para que así desapareciese también el nombre."
...
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 31-3-1895]

LA MANIFESTACIÓN BURGUÉS-SOCIALISTA

"Es muy curioso, si no por lo que tiene de triste, lo que hoy ocurre en Bizkaya. El bizkaino, el verdadero bizkaino, se encuentra arrinconado en su casa, sometido, esclavizado, esquilmado; y entre tanto, media docena de bizkainos que no tienen más patria que el dinero y la gloria, unidos en repugnante consorcio con burgueses y proletarios maketos, son los que chillan, vociferan y arman algaradas, pretendiendo hacer consistir los intereses de Bizkaya en sus propios y exóticos intereses particulares.
Una de estas algaradas se celebró hace aún pocos días en los Campos Elíseos.
España para los españoles, era su lema. A eso nada diremos: lo mismo nos da que España sea de los españoles, como que se la lleven los ingleses. Pero si los bizkainos les imitamos en eso a los españoles, y decimos Bizkaya para los bizkainos, es seguro que el noventa por ciento de los que tomaron parte en aquella payasada, tendrían que largarse con la música a otra parte y celebrar semejantes reuniones en Santander, Burgos o Logroño.
Payasada hemos dicho, y en efecto: allí verían ustedes al gran burgués Don Pablo Alzola codeándose con el jefe del socialismo, Pérez Agua. Contraste chirene, a primera vista; pero la cosa más natural del mundo, sin embargo, si se tiene en cuenta que el maketófilo Alzola iguala y tal vez supera en maketismo al mismo maketo Pérez.Un detalle que retrata de cuerpo entero a la manifestación: ocurriósele a Molina, Presidente de esa ligadura de los bizkainos que se llama Liga Vizcaina, y, como tal, dignísimo maketo, dar el gripo de ¡viva el obrero bizkaino!, refiriéndose a todo el que trabaja en Bizkaya; pero los obreros maketos que lo oyeron (y lo eran casi todos) interpretando como debe interpretarse la palabra bizkaino, le contestaron con una silba monumental y barullera protesta al burgués paisano suyo que tal plancha había hecho."
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 2-2-1895]

SUCESOS

"No hace mucho que en una de las minas de hierro del oeste surgió un conflicto entre maketos huelguistas y euskerianos trabajadores.
Nuestros paisanos eran de 10 a 20; los maketos, de 80 a 100.
Estos últimos, vagos por naturaleza y pretendiendo se les subiera el jornal, querían obligarles a los nuestros a dejar el trabajo y declararse como ellos en huelga.
Estas divergencias dieron al fin por resultado un choque, en el que los nuestros, armados de estacas, hicieron correr como alma que lleva el diablo a los maketos, que estaban armados de navajas y pistolas.
Así irán comprendiendo los maketos cómo deben desistir de imponerse a los hijos del país, bajar la cabeza y aguantarse, o bien volverse derechitos a su tierra, de donde vinieron sin que nadie los llamara.
De fuera vendrá quien de casa nos echará, dice un refrán extranjero, y vergüenza sería, bizkainos, que esto se realizara en nuestra casa."
[Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 21-7-1894]